lunes, 7 de marzo de 2022

Todavía...

 


A mi madre

Viento que en la llovizna vaga
tras la grandeza de una mirada;
versos que con tus pasos llega
desde las cumbres hasta el abismo
                                        de la tierra.
El tiempo con su fugaz destello
rodea el patio enmudecido
y evoca el albor de tus frías manos
con la impaciencia de un perdón
que resiste las tinieblas vanas.


Frágil, en el sillón blanco,
sentada al borde de la vida,
te escucho con claridad todavía...

Las lágrimas partieron temprano
con los faroles de puerto encendidos,
la memoria va por la calle
en un grito buscando el olvido.

Desde el dolor de no entender
se aquieta el silencio demorado
y el corazón con vuelo perdido
sabe que recogerá mis alas
para darme asilo.

En ese hondo mar de llantos,
tus ojos despiertos todavía...
dejan de mirar
para ver en los míos.


L.Fraix