martes, 11 de agosto de 2020

Indiferencia


No me importa tu historia,
tu nombre o tu pasado,
ni tu código de vida
me ha importado.
Te siento así,
queriendo...
Tus trovas amargas
sin hablar, ajenas...

¿Hasta cuándo?

Te quiero así,
entregado a tu mirada fría
de recamados gestos
con piedad de misionera.

¿Para qué me buscas?
Viajero sin nortes,
hueco difuso,
atrapado en tu conciencia.
Desdibujado cuerpo
de piedra y sal
derramando silencios
sobre mi herida abierta.

Luján Fraix