Detrás de la luz
el espejo infinito de un Dios perfecto.
Risas alegres, lejanas...
que se pierden con las palabras,
la vigilia
y el vuelo de las lágrimas.
En el despertar de los versos,
un sol dibujado
con manos de estrellas.
Detrás de la luz
la desnudez de la tarde
cincelada con fuego y misterio.
Luján Fraix