El cielo a oscuras
suplica...
No me quites las horas
de mis sueños pequeños.
El tiempo, afuera, está vestido de gala:
perfecto y armonioso, árido...
Algún pintor recoge despojos
rosados y acuarelas;
y yo aquí, desierta,
sin velas ni timón
sin puerto.
Buscando milagros
entre mis recuerdos pobres.
-Pasajera de cumbres y de abismos-
¡Te quedaste sola!
El cielo a oscuras
suplica...
y la aurora sana las tristes heridas
para devolverme al mundo.
L.Fraix