domingo, 24 de mayo de 2020

Sin pensar


A Leopoldo Lugones

Está allí en ligeras pinceladas. Sin pensar.
Envuelto en la blancura de sus alas...
Vuelve su alegría hacia el fondo de la nada. Fiel.
La huella que deja la luna en la enramada.
Su esencia pobló el jardín de sus crepúsculos
en el último vuelo de palabras
que corrían sin rumor hacia la muerte.
No fue el autor ni la ternura.
Quedó el amor de trueno en la distancia
y ese golpe impredecible
que lo azotó en medio de los sueños.
Perplejo ante los rayos de ese fuego
lo abrevó el aguacero
que vio el cerro azul fragante de romero
y se fue a su caverna de luces y de estrellas
hipnotizado por las flores de manzano. A vivir.
Junto al marco rústico de la pampa
miró el hastío de los años
con la piedad y la gloria de ese cielo
y en la serenísima tarde feliz,
en la delicia del trino del jilguero,
en aquel chinesco biombo...
dejó su creación
y la sombra de una vida. Sin pensar.
L. Fraix.


De la Antología poética "Homenaje a Leopoldo Lugones