La pluma erial de tu voz tan profunda
plegó la tinta entre sus rubias alas
y la grandeza de sus finas galas
se tornó más elegante y profunda.
Matizaron razones en tus manos
las peregrinas décimas del alma
que abrigaron con su mítica calma
tu sendero de gozo castellano.
Sobriedad es tu esencia milagrosa,
vuelves luz la palabra cadenciosa
con culto de trovador peregrino.
Descubres la dignidad, el camino,
la gloria, ese laurel alejandrino...
¡Amiga... tu poesía es prodigiosa!
Luján Fraix
Imagen de una de sus obras
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