La adusta perfección jamás se entrega
y el secreto ideal duerme en la sombra...
entre la armonía sagrada del intelecto
y el trémulo deseo del alma.
Despierta tras la inmortal ilusión
que brota como un rayo de fuego
e ilumina el corazón con rimas de oro.
Luján Fraix
De mi libro:
SEPTIEMBRE-POEMAS-2007
BUENOS AIRES