sábado, 23 de mayo de 2020

Juicio a la razón


Se despertó la vida en el espejo
al descubrir su luz en el plateado,
quiso ella ser la voz de mi legado
mostrando su caricia en el reflejo.

Pude ver en la sombra el infinito
de ése, su austero mundo de cristal,
palpitando un silencio visceral
dejé escapar el alma donde habito.

Me quedé entre los años retratada
para ver el andar de la razón
entre su retina gris, abrigada.

Mi rostro tiene el tiempo de su historia,
el inmaterial sueño de que nada
puede ser tan ajeno al corazón.

Luján Fraix