miércoles, 17 de junio de 2020

El muñeco de madera


El muñeco de madera
está triste y quiere pensar
que se convierte en Pinocho
pero sólo alcanza a suspirar.

Sonríe muy tiernamente
y sus ojos llenos de bruma
se confunden con el tiempo
que derrama su blanca espuma.

Está roto y abandonado
tanto de noche como de día,
la niña ya no lo quiere,
se hace lenta su agonía.

Sueña con ser libre,
con tocar su violín sonoro,
pero sólo puede evocar
un ángel con su arpa de oro.

Se ha cansado de sufrir,
de vivir en continuos lamentos,
por eso quiere morir
y desaparecer como el viento.

Luján Fraix